Educar a los hijos-as (alumnos-as)
Mejorar la forma de educar de los padres y madres es una de las tareas básicas de las Escuelas de Padres.
Todos, las familias y los profes, tenemos dudas cuando realizamos nuestras tareas educativas. ¿Estamos haciendo lo correcto? ¿Esto no será perjudicial para los peques? ¿Cómo evito la sobreprotección? ¿Qué debo hacer para educarlos de forma natural y positiva?
Aquí hay unas cuantas indicaciones que, a mi parecer, son básicas para poder comenzar en nuestra tarea.
TENER NORMAS
Es básico que los peques sepan en qué terreno se mueven. Si hoy decimos que esto está mal y mañana lo admitimos como bien... Poneos en su lugar y pensad en un jefe o jefa o directora que os dice: hoy entras a las 5 y haces esto, pero mañana empiezas a las 8 y haces esto otro. El trabajo sería un caos. Pues lo mismo les pasa a ellos y ellas.
Las normas deben ser límites posibles de realizar y deben tener un amplio margen, no ser estrictas ni demasiado laxas. Pueden afectar a horarios, limpieza, orden, actividades familiares, organización, etc.
ESTAR DE ACUERDO
ESTAR DE ACUERDO
No es necesario decir lo mismo, pero sí estar de acuerdo en las cosas más básicas e importantes. Cada persona tiene su forma de actuar y así lo hará, pero no puede haber contradicciones entre padre y madre.
Los acuerdos pueden ser a nivel amplio: qué tipo de educación darles, qué valores enseñarles... o a nivel más cotidiano, es decir, del día a día. Imaginad que mamá le deja ver la tele 10 minutos, pero papá le deja 1 hora. El niño-a siempre pedirá permiso a papá para verla porque así dura más que es lo que quiere.
DAR EJEMPLO
No me cansaré de repetir que lo que ven es lo que van a imitar, no lo que oyen.Estar intentando que un niño o niña haga algo que no ve en nosotros es pura utopía. Los niños-as imitan gestos, palabras y actitudes. La palabra siempre se haya en un segundo plano porque las actitudes son las que nos aportan más información.
Imaginaros diciendo a voces que no griten. La coherencia es uno de los factores más importantes a la hora de educar, da lo mismo en la familia o en la escuela.
RAZONAR
No parece un elemento básico en la educación por la edad de los peques, pero sin embargo os puedo asegurar que es fundamental. El razonamiento es parte de nuestro adn, somos seres racionales, y nos hace llegar a conclusiones y entender lo que nos rodea y a nosotros mismos.
Evidentemente los razonamientos deben estar sujetos a la edad de los niños-as, pues cuanto menor edad menor capacidad para hacerlo. Aún así se debe intentar como primera opción siempre.
Cuando los niños-as son un poco más mayores, si hemos seguido esta pauta, nos pedirán que les expliquemos las cosas, los comportamientos, las acciones, etc.
QUERER
La relación entre adultos y niños-as debe ser conscientemente afectiva, pero afectivamente positiva.
Querer es uno de los verbos más satisfactorios que podemos encontrar, porque querer o ser querido es básico para formarnos como personas.
Querer o amar es abrazar, besar, preocuparse por ellos-as, cuidarles... pero también es ayudar a mejorar, exigir, corregir... Todo forma parte del cariño y el amor, lo físico y lo psíquico.
CUIDADO con confundir querer con dejar hacer lo que quieren o con evitarle todos los problemas que se pueda encontrar y estar siempre al quite. No debemos confundir querer con dejar hacer o con sobreproteger (esto es algo difícil de controlar, pero teniendo sentido común...).
Estas son unas cuantas indicaciones recomendables, pero, por supuesto, se podrían decir algunas más.
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